El irrespeto al periodismo de turismo no tiene culpables de un solo lado

Hay más que suficientes pruebas de que no solemos escribir en primera persona pero en esta oportunidad nos tomaremos alguna licencia. A partir de este momento dejo de reconocerme como periodista especializado en turismo, de ahora en más seré periodista, comunicador, columnista, editor, y todas las otras definiciones que quieran, "de turismo" a secas. Más adelante voy a explicar la causa pero empiezo diciendo que estoy en el hotel, salí del predio de La Rural bastante molesto poco rato después de iniciarse la primera jornada, la sabatina, y al menos por hoy, no quiero más FIT. En las próximas ediciones -si es que sigo viniendo-, juro solenmemente ante todos ustedes que no lo haré jamás a la "Ceremonia de apertura", donde hemos sido destratados por parte de la organización. Para llegar con tiempo para acreditarnos, ubicarnos y hacer un trabajo profesional como es norma, no teníamos otra opción que viajar el viernes, por lo tanto sumar una noche más de alojamiento para el equipo, comidas, etcétera.  Oficialmente se anunció que la ceremonia empezaba a las 12.00 (olvidaron el alargue); a las 11.35 ya acreditados, ingresábamos al salón Rojo donde transcurre habitualmente. Fui a tomar ubicación sentado lo más adelante posible (todos saben que tuiteo desde el celular en el mismo momento) junto a Eduardo Segredo y allí nos interceptaron unas azafatas y escuchamos "chicos...ustedes son prensa, no pueden sentarse tienen que ir allá atrás (señaló el fondo del salón), parados...". Conté hasta mil para no regresar al hotel en ese momento. Finalmente Eduardo consiguió persuadir a alguien y apareció con los tickets de ingreso a la zona azul, donde recobraríamos la condición de seres humanos y nos podríamos sentar.

por Sergio Antonio Herrera, desde el hotel, en la ciudad donde transcurre la FIT
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El discurso más impactante fue el primero, el del presidente del Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires, Lucas Delfino quien tiró varias bombas, de las que hacen ruido. Apenas terminó el acto salimos hacia el escenario para intentar entrevistarlo pero había desaparecido, como ocurre con los artistas, "se los tragó la tierra" a los integrantes de la mesa y también allí nos dimos cuenta que tampoco teníamos un contacto dentro de la organización que nos pudiese ayudar. Todos sabemos los puntos que calzan los "movileros"argentinos, los "paparazzis" argentinos y de alguna manera entendemos los recaudos que tomó la organización ("pasen ahora, retírense, vuelvan, despejen" guiaba el locutor oficial.

Pero no todos somos movileros ni paparazzi y en nuestro caso, si empiezan mandándonos "al gallinero" después de viajar especialmente desde nuestro país para cubrir el evento con un equipo completo, está muy claro que nos tenemos que molestar e irnos, como hicimos.


La "especialización" en turismo

Uno de los discursos pronunciados incluyó: "gracias a la prensa especializada que me acompañó y me cuidó durante todos estos años". Frases como esas he escuchado a lo largo de las casi cuatro décadas de profesión como comunicador, y bastantes años más como integrante de la actividad.

Para empezar esta segunda parte, y explicar la causa de que no hay culpas de un sólo lado, con mucha propiedad, la misma que me confiere mi antigüedad en la profesión y mi edad, además de mi breve actividad gremial, afirmo que de cada diez supuestos periodistas especializados en turismo debe haber uno solo de verdad. Entre los demás hay personas que alguna vez tuvieron algo que ver con el turismo y no consiguieron o no consiguen aún hoy reinsertarse y entonces les sirve autoproclamarse como tales; en Uruguay hubo también y no sé si no seguirá habiendo "perejiles" (los "sangucheros" argentinos) que se hacen pasar por periodistas especializados en turismo, y por ahí hay de todo, desde algunos que organizaban viajes con gente que no tenía la más minima relación con el turismo ni con el periodismo y los "aterrizaba" en algún evento para que comieran y bebieran y algo más, y también, créase o no, hay hasta tarotistas.

Y lo peor de todo es que crean asociaciones nacionales e internacionales y ¡dan cursos! y otra vez!!, créase o no, tienen el tupé de "decretar" el día del periodista especializado en turismo, pero más grave que eso es que hay instituciones privadas y hasta organismos públicos del sector que validan esas incongruencias.

Resumiendo

Tal vez yo no lo vea, pero hago votos para que algún día en el turismo, los empresarios privados y los funcionarios de organismos oficiales, aprendan de una buena vez por todas a diferenciar lo que es "prensa" (la que mandan para el fondo y parados, la que no pueden contar entre los cubiertos de su evento porque no le dan los números,) con profesionales de la comunicación prestigiosos, que para serlo se queman las pestañas a diario para informarse e informar y se actualizan en modo continuo para opinar.
FIT no tiene la exclusividad de hacernos "saltar la térmica", el irrespeto es generalizado.
Habría que empezar alguna vez por averiguar quien es quien en la comunicación turística, esa actividad que muy livianamente en todos lo discursos "recitan" a coro que es tan importante.
Una buena medida sería empezar a revisar en que medios escriben o en cuales señales hablan  y se ven, los supuestos especializados en turismo alrededor del mundo.

Menos mal

Que vinimos con equipo y nuestros seguidores tendrán todo lo que está aconteciendo en La Rural como lo hemos anunciado.

Nos vemos.